domingo, 8 de junio de 2008
Semana Santa (Por Estrella)
"El Jueves Santo bajábamos siempre con nuestra madre a los servicios y lo que más nos gustaba era acercarnos a la mesa de la última cena y repetir los nombres de todos los apóstoles en el orden adecuado, cada uno tenía un ropaje de unos colores distintos. Cuando no nos acordábamos de quien era quien les levantábamos las túnicas que colgaban por atrás (ahora no se pueden tocar) y cada uno tenía una plaquita dorada detrás con su nombre. La mesa de la última cena salía después. El viernes por la tarde era el desenclave, en el que bajaban al cristo de la cruz par enterrarlo. Lo que menos me gustaba era la procesión por la noche, la del entierro, aunque tenía su morbo con el cristo metido en una urna de cristal.
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