domingo, 14 de octubre de 2007

La calle de arriba (Por Pacucho)

La calle de arriba era inicialmente el camino que yo tenía que recorrer para ir a la tienda de la Sra. Francisca, que tenían al lado el secadero de pulpo con aquellas moscas alrededor que hacían pensar en la salud de los que iban a comer aquel pulpo. La calle de arriba era también mi camino a la escuela y por ella volvía por las tardes con el trozo de queso en la mano corriendo a casa para coger un trozo de pan y comérmelo. Lo que me quedó grabado de aquella carretera eran los grandes surcos que se hacían en invierno por causa de las lluvias intensas (quedaba esculpida la carretera) y que sorteábamos los niños camino de clase. Delante de la escuela, que era la calle de arriba, jugábamos en los recreos al pañuelo y a otros juegos. La calle de arriba pasó a ser lugar de encuentro cuando hicimos pandilla, era donde estaba del garaje de Pancho, donde escuchábamos con aquel tocadiscos los singles de los Brincos, Mustang, Fórmula V,... También, era donde nos reuníamos en las entradas de las casas, como solíamos hacerlo en la de Fina y Estrella, en la de Merche o en la de Pili. Con el tiempo también se convirtió en la salida para San Roque, Darbo o Hío. Cuando pienso en ella me sitúo en las escaleras con descansillos que bajaban desde esa carretera hasta la alameda y que yo bajaba saltando de dos en dos o de tres en tres. Curiosamente a veces sueño que me escondo detrás de los troncos de los primeros árboles que había al bajar.

NOTA: La lluvia siempre me ha llamado la atención y máxime cuando la veía arreciar contra los cristales. Por un lado tenía la sensación de asombro por el espectáculo de la naturaleza descargando lluvia con aquella furia y por otro constataba la intensidad del temporal en las huellas que dejaba en la calle de arriba. Luego venía el consiguiente esfuerzo de los hombres para volver a rellenar los desperfectos. Para mí la lluvia se asemeja a las palabras que van cayendo y sonando en nuestro interior y que van disolviendo lo innecesario.

martes, 9 de octubre de 2007

Canciones en la memoria

Recuerdo que en aquella época había una canción alusiva a Salgueirón que decía así:

"Gavota, gavota

¿qué levas na boca?.
Sardiñas asadas.
¿Quén chas asou?
María Porbou
que pasou polo río
e non se mollou.
Arao, arao
cabeza de pao,
tizón, tizón
para Salgueirón."

¿Alguien sabe de dónde viene esta canción y que significado tiene?(*)
Lo único que se puede concluir es que es una canción de pájaros de la zona: gaviotas, araos y tizones. La tal María debía de asar bien las sardinas, aparte de haber conseguido cruzar el río sin mojarse como principal hazaña. Quizás fuese un personaje célebre de la época. Los bous son los barcos de pesca que lo hacen en pareja, tal como si fuesen bueyes arando el mar. El apellido podría ser otra cosa, algo así como decir que asaba las sardinas en un bou. También podría ser un sitio como Bueu o Bouzas. Tal vez sea una canción de Cangas y que al final dice que el tizón se vaya para Salgueirón. Debe de significar que la gaviota tuvo suerte y el arao y el tizón se debieron de quedar sin comer las sardinas.

(*) Al parecer tiene que ver con María Soliña y es Cou-Cou

jueves, 4 de octubre de 2007

La calle de arriba (Por Estrella)

La "calle" de arriba era la de "el ramal". A un lado estaba mi casa donde vivían mis padres, mi hermana y yo. En esa casa vivían también mis abuelos, la Sra. Carmen y el Sr. Benito que trabajaba en telégrafos y a menudo andaba por ahí con sus herramientas para subir a los postes a arreglar las averías. Cuando no había averías repartía telegramas. También vivía en ella, en un principio, Chelito, que dormía en el suelo sobre un colchón pero la casa estaba siempre llena de pulgas que ella traía. Recuerdo el olor del ZZ que utilizaba mi madre intentando deshacerse de ellas. Al final, decidieron decirle que no podía quedarse a dormir. Entonces venía temprano por la mañana con su botella de vino que compraba en la de "Antonio" y se iba después de cenar a casa de su hermana en Cangas... pero Chelito merece otro capítulo aparte.
Después estaba la casa de Merche y un poco mas abajo la de Prieto. Al otro lado estaban : en primer lugar la de Marisa "Rama", luego la de Valentín y Alcira con su hija Mari Loli (Valentín tenía un ojo de cristal). La siguiente era la casa de Lola la del Pico y su marido. Esta mujer no tenía hijos y en las vacaciones de verano nuestras madres nos mandaban a ella para que nos enseñase a coser. Su frase mas famosa era: "costurera sin dedal, cose poco y cose mal".
La casa siguiente era de Sra. Lola la de Torres. Vivía con su hija Sagrario que era coja (habían tenido que cortarle la pierna por un golpe que se le infectó). Era la telefonista de Massó. Cuando se casó con el jefe de correos de Ribadavia y se fué a vivir para allá, solían volver a Salgueirón todos los veranos. El jefe de correos tenía cinco hijos: Blanca, Jose, Juan y las gemelas Pili y Chelo, y fueron una buena adición al grupo. Blanca era mayor y tenía otras amistades, pero José, Juan y las gemelas pertenecían a nuestro grupo. Juan era asmático y el médico le había dicho que le vendrían bien los aires del mar.
La última casa de la fila esa era la de Manolo (el portero de Massó), su mujer Carmiña y sus hijos, Pili y Lito.