jueves, 31 de diciembre de 2009

Fin de año

Hoy que es fin de año, al volver a Salgueirón en el tiempo, recuerdo los fines de año que pasé de pequeño en casa. Por alguna razón me iba a la cama antes de dar las doce y desde allí oía que cambiaba el año porque a esa hora sonaban las sirenas de los trasatlánticos y demás barcos que había en Vigo. Escuchaba a continuación si pasaba algo porque el cambio de año lo asociaba con algo nuevo, y claro, no ocurría nada y me quedaba dormido. Por la mañana comprobaba que el mundo seguía funcionando como siempre.

martes, 22 de diciembre de 2009

Gaviotas por la ventana

Lo que se llama en física una visión euleriana es a lo que jugaba cuando era pequeño en los días festivos desde cama. La fábrica atraía muchas gaviotas por el olor y se situaban en largas filas sobre su tejado, eso implicaba que iban y venían hacia o desde alguna parte por la mañana y por la tarde. El juego consistía en ver pasar las gaviotas por los cuadros de la ventana y contabilizar ese flujo para ver en qué cuadrado habían pasado más. Había también bandadas de gorriones que llegaban a la alameda, de estorninos que venían a los higos de agosto o de avefrías que llegaban en invierno, que también podían usarse para el juego.