En Cangas los puestos de caramelos y chistes estaban situados en lugares estratégicos, en la zona de los muelles. En la esquina de la fábrica de las luces, delante del muelle grande, había uno, entre los dos muelles estaba otro, el de Vilerma, y, en el muelle de la Guapa, había un tercero. Tenían toda clase de golosinas y cosas de niños, pero también vendían fruta, se conoce que para el viaje a Vigo. Luego estaba el kiosko del Sr. López en la Alameda, que se dedicaba fundamentalmente a la venta de la prensa. Delante del cine Avenida había otro kiosko, orientado para la gente que iba al cine, aunque también se ponían puestos ambulantes en la misma entrada del cine. La de Leta tenía también su correspondiente puesto. Al lado de la Plaza, en la entrada Norte, había un puesto con un carrito de helados al corte. En el barrio Chino, al lado del campo de futbol del Alondras, también había otro, que servía cuando se iba al futbol o a la playa. Nosotros, como niños que éramos, controlábamos estas posiciones porque era dónde podíamos gastar nuestras perrillas.