Entre Areamilla y la playa del Medio hay una zona muy pedregosa, con una pequeña playa que casi no tiene arena, enfrente la Borneira. En un momento dado se preparó una zona para el tiro al plato allí. Disparaban hacia el mar. En épocas de fiestas se organizaban campeonato de tiro al plato, llegaban tiradores de todos lados, aunque más bien hay que decir que muchos debían de ser cazadores reconvertidos, con ganas de pegar unos tiros. En un pequeño bajo, protegido delante del tirador, estaba el que lanzaba los platos con aquel artilugio mecánico. A la voz del tirador, cada uno con su propio estilo, se lanzaba el disco variando el ángulo y sonaban a continuación uno o dos disparos según terciara. Al final de estas jornadas quedaban los cartuchos esparcidos por el área como señal de que había habido tiro al plato.