martes, 30 de agosto de 2011
Visita a Cangas
Los sábados y domingos se bajaba a Cangas a dar una vuelta si el tiempo lo permitía. En verano eran más frecuentes las visitas y, en particular, mis padres me llevaban al club Rodeiramar. En Cangas había dos clubs sociales, éste que menciono y el Casino. Tal vez representaban dos filosofías de sociedades, el club era más de veraneantes y el Casino, más de la gente de Cangas. Los dos desaparecieron con el tiempo, porque desaparecieron las barreras sociales y se crearon nuevas modalidades de ocio. Se bajaba a Cangas a estar en una terraza viendo pasar gente y charlando con los amigos y conocidos. Airiños, el Alondras, el de la plaza que llevaba Amador (El Galicia) y algún que otro, eran los que tenían mayor concurrencia. Se pasaba la tarde y al anochecer se recogía la gente. De pequeño podía terminar subiendo en la moto de Carlos o en los brazos de mis padres, medio muriéndome de sueño.
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