lunes, 31 de octubre de 2011

Subida de las ballenas a la plataforma


Foto de Carmelo Parrado en la que se observa la subida a la platafoma de la Ballenera. Hay un resto de ballena al principio. En el mar, protegidas por la escollera, estaban las ballenas que traían los barcos y dejaban fondeadas en unas bollas enormes a la espera de ser subidas para ser descuartizadas. Las chalanas que hay al principio formaban parte de los medios que disponían para enganchar las ballenas desde las bollas con el cable de acero que se ve en el suelo.

La fábrica en actividad

Foto de Carmelo Parrado en la que se ve desde el mar la fábrica trabajando. El muelle tiene una caseta en su extremo, había una especie de bomba para extraer agua del mar y se construyó sobre el año 1970. Hay un barco en el carro, se ve el Hotel muy destacado, con pocos árboles que lo tapen, está el Rosina fondeado y el muelle de la Ballenera está recien reconstruido. El tejado de la fábrica y la propia fábrica tienen un color blanco muy vivo, tal estén recien pintados, recuerdo vagamente que alguna vez pudieran pintar el tejado para dar más frescura al interior. Se observa que la torre tiene mástiles, tengo un vago recuerdo de haber visto alguna vez ondear alguna bandera en la torre pero no podía decir cuando ni por qué.


sábado, 29 de octubre de 2011

La factoría de la Ballenera

La Ballenera tenía una explotación muy simple, se despiezaba la ballena sacándole la gruesa capa de grasa y esta se fundía en calderas hasta conseguir el aceite que se almacenada en bidones de hierro. Parte de la factoría la podemos ver en la foto de Carmelo Parrado, adornada su entrada con los maxilares de una ballena.


Los letreros de Massó

En esta foto (Carmelo Parrado) podemos ver el letrero que estaba en la entrada a la carpintería. En cierto aspecto había una línea didáctica en distintos lugares del entorno con cartelitos de más o menos envergadura. Este estaba hecho en cerámica, y la verdad es que nos llamaba la atención de pequeños aquello de que los pescadores usasen explosivos, máxime cuando en aquella época y en aquella zona no era conocida tal artimaña.


jueves, 27 de octubre de 2011

El barco de Vigo

El barco de Vigo era un clásico barco de pasajeros hecho de madera. Algunos trabajadores que iban a diário a trabajar a Vigo o los estudiantes que iban a los institutos o colegios de Vigo, solían viajar en la bodega del barco, donde había una bancada lateral y se veían las vigas que formaban el armazón del casco. Una vez yendo con temporal, unos cuantos que íbamos en la bodega salimos corriendo cuando un golpe de mar hizo que entrase agua por unas rendijas que había en la parte alta. Cuando había mala mar llegábamos a ir metidos en el puente con el patrón. (foto de Carmelo Parrado)



Restos de la Ballenera

En esta foto (Carmelo Parrado) se ven los restos que quedan después de decuartizar una ballena en la rampa de la Ballenera. El cable que hay a la derecha se empleaba para subir el animal arrasatrándolo desde el mar. El suelo estaba resbaladizo por la grasa y los trabajadores tenían que usar unas botas con clavos para andar por la rampa.


miércoles, 26 de octubre de 2011

Huesos de ballenas

En la foto que nos envía Carmelo Parrado aparecen los restos de huesos de las ballenas descuartizadas en la Ballenera. Las partes blandas se pudrían en una balsa al lado de la entrada a la misma. Creo recordar que esto es una extracción posterior de huesos de la balsa.


Barco ballenero


Carmelo Parrado nos remite una serie de fotos de Cangas de las décadas de los años sesenta y setenta. Empezamos por uno de los barcos balleneros de Massó fondeado en el nuevo muelle del puerto de Cangas.

lunes, 17 de octubre de 2011

Confirmación en Darbo

En la escuela nos confirmábamos cuando el obispo venía por la parroquia, que era de vez en cuando, e íbamos todos juntos para aprovechar la ocasión. Me acuerdo que a mí me tocó cerca del verano, fue un día caluroso en el que acudimos a la Iglesia de Darbo todos en grupo. Recuerdo cierta premura para preparar la ocasión así que realmente no podíamos imaginar en que consistía la ceremonia. Nos metieron a todos dentro de la iglesia y cerraron las puertas, el calor era más que notable y sudábamos. Un haz de luz muy intenso entraba por el rosetón de la fachada y llegaba hasta la mitad, la oscuridad que daba el cierre acentuaba más ese foco natural. Había tanta nitidez en el mismo que se veían las motitas de polvo en gran cantidad flotándo por efecto de la algarabía que formábamos todos allí metidos. Mi preocupación era saber si la bofetada que daba el obispo era real o simulada, resultó al final que era simbólica. Me acerqué y me arrodillé, creo, y me ungió con óleo y me dió la bofetada. Ya estaba hecho, un nuevo confirmado. Ahora se que todo tenía su significado, hasta las motitas, y sobretodo ellas.