domingo, 22 de noviembre de 2009

Los vendedores de piñas

Una profesión antigua, la de vendedor de piñas de pino, existió mientras hubo cocinas de hierro porque con el butano se acabó la necesidad de esta materia prima. Venían con sacos de piñas hasta las casas y los vendían en la misma puerta, aunque no recuerdo si había que avisarles o pasaban al azar. Las cocinas de hierro se encendían con la leña de la huerta, de la poda de frutales y otras ramas, pero daba mejor fuego la piña del pino. Dentro de las piñas venían tijeretas, unos insectos alargados y marrones, se conoce que se alimentaban de algo que tenían, y cuando se echaban al fuego algunas tijeretas salían corriendo. Al igual que las cucarachas daban un poco de asco.

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