El Belén lo hacíamos todos los años con las mismas figuritas de barro cocido y el portal. Lo principal era conseguir el musgo y, para ello, recorríamos las zonas más húmedas en torno a la fábrica para traer los terrones de musgo. Algún helecho también caía para hacer el papel de palmera (algún bichillo también venía involuntariamente). Otro componente era algo de arena para los caminos y eso se conseguía en la playa. Con un poco de riesgo se ponía agua, pero lo más seguro era la platina de las tabletas de chocolate. Solo con el paso de los años creo que se llega a comprender bien el significado del Belén, aparte de la recreación de las escenas del nacimiento de Jesús, cuando comprendemos que significa el participar como niño en la vida poniendo un monte aquí, una figurita allí, un río por este lado, unos pastores y sus ovejas en aquel monte....
No hay comentarios:
Publicar un comentario