martes, 2 de octubre de 2012

Adolescencia

Recuerdo haber hecho alguna vez una redacción en el colegio sobre la adolescencia y, también recuerdo que no había quedado muy satisfecho. Consideraba entonces que tal motivo de redacción quedaba muy alejado de mis capacidades discursivas para hacer algo digno. Sin embargo, hoy por hoy, tengo que volver a reconsiderar tal tema, creo que tal vez las cosas nos ocurran con alguna premeditación y si persisten en la memoria es señal de que tenían y tienen sentido para nosotros.
Este blog nació como necesidad de recuperar esta etapa de la adolescencia que vivimos un grupo de chiquillos en Salgueirón, al menos por mi parte era una relectura de la memoria de entonces, volver a leer qué es lo que había perdurado en la memoria personal y colectiva para así fijar qué es lo que nos llamó la atención entonces. Mi memoria de aquella etapa es el recuerdo de los árboles fundamentalmente, lugar donde permanecíamos colgados gran parte del tiempo. Los árboles tienen un simbolismo muy fuerte, son estructuras que crecen de las semillas, son el crecer generativo y son, en definitiva, la firmeza ante el empuje que quiere derribarlo todo. Los árboles se queman, pero vuelven a renacer, son Aves Fenix que siempre vuelven a estar de pie, es decir, volver a recuperarse después del conflicto. Esto es la adolescencia permanente de las personas en todas las etapas de la vida, siempre aprendiendo, siempre en conflicto, siempre purificándonos, volviendo a empezar de nuevo con más sabiduría, siempre buscando después de la caída subirnos al árbol de la fe en la que colgar y confiar nuestras vidas.

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