Sobre 1974 calculo que fue cuando mis padres dejaron la casa de Massó en la Alameda y nos fuimos a vivir a Cangas, a la Fuente Ferreira. Pues aun es hoy el día en que por la noche me asalta el sueño de que vuelvo a vivir a mi casa de Salgueirón. En el sueño vive otra gente en esa casa pero yo me cuelo aprovechando unas posibles vacaciones de los moradores. Las escenas transcurren en el salón de entrada y como mucho en el comedor y en la cocina. Suele salir también el cuartito de atrás que hacía de almacén de cosas de casa. Creo que también salen las escaleras. Me siento a gusto a pesar de que estoy de medio intruso, lo cual no deja de sorprenderme. Ya me gustaría que hubiéramos conservado la casa pero no pudo ser, sólo me queda visitarla en sueños, con la Alameda intacta, cosa que ya no existe, y tal vez esto es una de las ventajas de soñar. Algún día encontraré la razón de este sueño, y ya veremos que pasa, lo digo porque curiosamente ciertos sueños que he tenido en alguna época de mí vida han tenido luego una explicación, fueron como adelantos de mí futuro, porque como en la vida en vigilia las cosas ocurren por algo que luego necesitamos, también en la onírica debe de pasar algo parecido.
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