miércoles, 28 de enero de 2009
Un avión Saeta sobrevolando Salgueirón
Adolfo, el de la cantina, tenía un hijo piloto -- así lo recuerdo--, que sobrevolaba Salgueirón en un avión militar Saeta. Hacía varias pasadas sobre la cantina y después se iba. Ésto ocurrió varias veces. La primera vez sorprendió pero, después, ya era algo normal. No sé desde dónde venía, tal vez desde Vigo. También recuerdo que una vez vino un portaaviones americano a Vigo y unos cuantos aviones hicieron vuelos rasantes por encima de Salgueirón. Tanto ruido hicieron al volar tan bajo que al pasar encima de mí, me caí hacia atrás del susto.
domingo, 25 de enero de 2009
El sacauntos
De pequeños sufrimos la amenaza imaginaria del sacauntos. El unto lo conocíamos bien porque lo usaban nuestras madres para hacer el caldo, así que un sacauntos podía ser alguien que te abriese la barriga y te sacase la grasa de tu cuerpo. Nos decían que no nos metiéramos en los campos de maíz porque allí podía aparecer el sacauntos y llevarnos. Había un campo de maíz en la de Arís, a la salida de Salgueirón en dirección a Cangas, que cada vez que pasaba me hacía interrogar si allí estaría metido el sacauntos. La cuestión es que un campo de maíz con las plantas ya crecidas de un tamaño considerable era un lugar perfecto para esconderse alguien. ¡Con razón se hacen tantas películas de miedo en medio de campos de maíz!.
Este recuerdo es de cuando era pequeño, al poco tiempo comprendí que el tal "sacauntos" era una posibilidad algo remota, pero el asunto me planteaba una contradicción: me gustaban aquellas plantas de maíz y las mazorcas, y me parecía imposible que en medio de ellas hubiese algo malo.
Este recuerdo es de cuando era pequeño, al poco tiempo comprendí que el tal "sacauntos" era una posibilidad algo remota, pero el asunto me planteaba una contradicción: me gustaban aquellas plantas de maíz y las mazorcas, y me parecía imposible que en medio de ellas hubiese algo malo.
sábado, 24 de enero de 2009
Beber del caño
En aquellos años no había más agua envasada que las aguas minerales, después vinieron las aguas en botella de plástico. Bebíamos de todas las fuentes que había, algunas eran un simple caño en una pared y en el monte casi era beber del regato. No había noción de agua contaminada. Recuerdo estar bebiendo en una fuente del monte y al levantar la vista ver unas vacas unos metros más arriba, pastando sobre el regato que alimentaba la fuente. En casa, bebíamos del grifo. En la fábrica estaba la fuente de la guardería con dos "chafarís" de los que bebíamos todos los niños, y en la parte interior, hacia las duchas, había un buen grifo. En aquella época si coincidíamos un adulto y un niño para beber, el adulto cedía el turno al niño porque el adulto podía contagiarlo al poner su boca en el caño o grifo. ¡No contaminaba el agua, contaminaba el adulto!
La persona mayor aparecía ante nosotros como fuente de infecciones. Los niños éramos almas puras que corríamos el riesgo de ser contaminados.
La persona mayor aparecía ante nosotros como fuente de infecciones. Los niños éramos almas puras que corríamos el riesgo de ser contaminados.
martes, 20 de enero de 2009
Ballenas
sábado, 17 de enero de 2009
Operación de gallina y emborrachamiento de pavo
Ocurrió una vez que una gallina de Rafaela se atragantó y andaba media asfixiada. Ella, con toda la seguridad del mundo, agarró a la gallina, le sacó las plumas del pecho y con una tijeras le abrió el buche y la limpió. La cosió y la soltó por el campo, como si tal cosa. Hay que decir que lo asombroso es que todo lo hizo en vivo y que la gallina no protestó más de lo habitual. Aquella pericia cirujana me quedó marcada en el recuerdo para siempre.
En mi casa no éramos tan diestros en estas técnicas, con decir que una vez nos regalaron un pavo vivo para Navidad y, como decían que había que emborracharlo antes de matarlo, le dimos cognac y, como no le veíamos hacer ni el más mínimo signo de mareo, seguimos hasta darle casi toda la botella sin ningún resultado. La conclusión fue que se mató empapado en cognac y a eso es a lo que sabía en el plato.
En mi casa no éramos tan diestros en estas técnicas, con decir que una vez nos regalaron un pavo vivo para Navidad y, como decían que había que emborracharlo antes de matarlo, le dimos cognac y, como no le veíamos hacer ni el más mínimo signo de mareo, seguimos hasta darle casi toda la botella sin ningún resultado. La conclusión fue que se mató empapado en cognac y a eso es a lo que sabía en el plato.
miércoles, 7 de enero de 2009
Una foto antigua de Salgueirón
En una página de submarinismo encontré esta foto del Salgueirón antiguo, está como era en los años 60, aunque quizás sea más antigua.
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