sábado, 22 de agosto de 2009

La Guardería

Vi unas fotos de la Guardería este verano y me hicieron recordar aquellas cunas de tela que colgaban de una estructura metálica, aunque lo que más me vino a la memoria fue el olor a niños pequeños que se desprendía por aquella puerta, mezcla de colonia y biberones -había una señora delgada encargada de la Guardería que vivía por la del Palacio pero no consigo recordar su nombre. Lo que si hacíamos era jugar en el estanque con los chafarís y mirábamos aquellos peces de colores que había nadando. El mecanismo de la fuente era que salía agua por los chafarís y se eliminaba por unos sumideros de rebose, los cuales tenían un efecto de succión y que nosotros tapábamos para notarlo. ¡Qué gran asociación entre el estanque y la guardería!

6 comentarios:

estrella gonzalez dijo...

No recuerdo tampoco el nombre de la encargada de la guardería. Era soltera y vivia en el hotel el el piso de arriba de Pilonchi y su familia. Tenía unos sobrinos que creo que veraneaban allí. Creo recordar que uno de ellos se llamaba Carlos (los recuerdo "mayores", es decir de unos 20 años). Creo que era pariente de Berta la del veterinario. Cuando se retiró vino en su lugar Lina Arís, pero eso ya fue casi en la "historia contemporánea". Alguien puede confirmarme estos recuerdos?.

Marisa dijo...

No sé si era parienta de Berta, pero me suena que le llamábamos doña Berta.

Anónimo dijo...

Se llamaba Berta Pérez Barros y era tía de Berta. Algunos sobrinos eran de Cangas (Santoro, por ejemplo), otros de Madrid y, en efecto, estos solían veranear con ella.
Saludos.

Anónimo dijo...

Los sobrinos de Berta eran Carlos, Rafa y Pepe Luis, hijos de Finín y de Teresa (creo) Piernavieja.
Eran habituales de Area Milla.
¿No os acordais?

Francisco Gil Cordeiro (Pacucho) dijo...

Yo trabajé aquí en Canarías con una sobrina de Teresa Piernavieja, son oriundos de aquí aunque vivian en Madrid. Con Rafael recuerdo que nadaba agarrado a su cuello en Areamilla.

Francisco Gil Cordeiro (Pacucho) dijo...

Recuerdo perfectamente que María Teresa y su marido, en una época, veraneaban en el Hotel en casa de alguien que era pariente suyo o que le alquilaba