viernes, 13 de febrero de 2009

La sirena de la fábrica de Massó

La entrada y salida de la fábrica se hacía a golpe de sirena. Sonaba por la mañana temprano, al mediodía, por la tarde temprano y a última hora de la tarde. Todo dependía del pescado que hubiera llegado. Había personal fijo y personal discontinuo, para éstos últimos era fundamentalmente la sirena. Sonaba en varios kilómetros a la redonda (estábamos acostumbrados a aquel pitido) y ésta era la señal de que había trabajo. Los trabajadores y trabajadoras tenían que fichar en un reloj-panel que había a la entrada, así se controlaban las horas de trabajo y, por cierto, el salario se daba en unos sobres beiges.

2 comentarios:

Elisa dijo...

Recuerdo su sonido, imposible olvidarlo. Me acompañó todos los días durante los pocos años que viví en Cangas. A los 3 años de haber nacido nos mudamos a otra provincia, por razones de trabajo de mi padre. Casi siempre volvíamos en verano y el "sonido de Massó" va asociado en mi mente a diversión, playa, descanso, familia, amigos... En definitiva, VACACIONES.

Anónimo dijo...

massó foi unha das fábricas mais importantes ata o momento