sábado, 7 de marzo de 2009

Jugando con piedras (criqui y miquis)

Uno de los juegos que jugábamos los niños consistía en que un jugador lanzaba una piedra por el camino y el otro intentaba darle con la suya. El juego se encaminaba tirando uno detrás del otro. Si se le daba a la piedra del contrario (criqui) se ganaba un punto o se cobraba con una palmada. Según a la distancia que quedase después de darle se podía ganar más puntuación (miquis). Era el tal para ir caminando y entretenerse por el camino. Las piedras más duras y vistosas eran las de "seixo", cuarzo blanco, que después de unos cuantos choques olían a quemado. El cuarzo dejaba un olor agradable característico por las chispas que saltaban cuando se golpeaban entre si dos de estas piedras.

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