miércoles, 26 de noviembre de 2008
Aprender a andar en bicicleta
Era curioso que había bicicletas de hombre con barra y de mujer sin ella. Tengo conciencia de conseguir andar unos metros manteniendo el equilibrio por primera vez en la Alameda, entre los árboles del paseo, a pesar de las raíces que sobresalían y dificultaban la proeza. Algunos intentos habían acabado en medio de los mirtos de los jardines. Creo recordar que aprendí con una bicicleta de mi hermana. Como anécdota recuerdo que llevaba el hielo de la fábrica en una tina atada al sillín.
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